Jamón Ibérico de Bellota 75% – Brida Roja

Raza: 75% Ibérico. Este jamón proviene de cerdos con un 75% de raza ibérica, lo que significa que la madre es 100% ibérica y el padre tiene un 50% de raza ibérica. Este cruce asegura una carne de alta calidad con la infiltración de grasa adecuada, ofreciendo un producto final lleno de sabor y jugosidad.

Alimentación: Durante la montanera, los cerdos se crían en libertad en las dehesas de la comarca de Guijuelo, Salamanca. Su dieta está basada en bellotas y pastos naturales, lo que le otorga al jamón un perfil de sabor característico, lleno de matices de frutos secos y campo.

Proceso de Curación: El jamón se cura de manera tradicional por un periodo mínimo de 24 a 48 meses, dependiendo del tamaño de la pieza. Este proceso de curación lenta permite que el jamón desarrolle su sabor y textura únicos.

Peso: Entre 8 y 8.75 kg por pieza.

Color: Presenta un color rojo intenso y brillante, con abundantes vetas de grasa blanca, lo que le aporta una textura suave y jugosa.

Aroma: Aroma intenso y persistente, con notas a frutos secos y hierbas de campo, debido a la alimentación a base de bellotas. El aroma se complementa con un suave toque salino.

Sabor: Sabor intenso y equilibrado, con ligeros matices dulces y un retrogusto largo que combina la suavidad de la grasa con la complejidad de los sabores del cerdo ibérico alimentado a base de bellotas.

Textura: Textura jugosa y fundente, gracias a la alta infiltración de grasa que aporta suavidad a cada loncha.

Para conservarlo en óptimas condiciones, guárdalo en un lugar fresco y seco, evitando la luz solar directa. Una vez iniciado, es recomendable cubrir la zona de corte con un paño limpio o con una capa de la propia grasa del jamón para evitar la oxidación. Consumir preferentemente dentro del año siguiente a la apertura para asegurar que mantenga todas sus propiedades.

Para mantenerlo en las mejores condiciones, debe almacenarse en un lugar fresco y seco. Una vez comenzado, cubre la parte cortada con grasa del propio jamón o un paño de algodón. Si está loncheado y envasado al vacío, puede conservarse en la nevera hasta por 3 meses.

Pan rústico ligeramente tostado, ideal para resaltar la textura suave del jamón.

Frutas frescas como higos o peras, que equilibran su salinidad con un toque de dulzor natural.

Quesos suaves que no opaquen el sabor del jamón, como quesos frescos o de pasta blanda.

Vinos tintos jóvenes como un Ribera del Duero o Rioja, con taninos ligeros que complementan la grasa del jamón.

Un Cava Brut o Champagne seco también proporciona una opción refrescante, cuyas burbujas limpian el paladar y realzan los sabores.