Escamas de Sal 1.5kg

• Peso: 1,5 kg
• Forma: Cristales piramidales, finos y delicados.
• Origen: Delta del Ebro, España (Mar Mediterráneo).
• Presentación: En cubo de plástico de 1,5 kg, ideal para su uso en hostelería o consumo en grandes volúmenes.
• Certificaciones: ISO9000:2008, ISO 22000:2005, OHSAS 180001.
• Conservación: Almacenar en un lugar seco y fresco, evitando la exposición directa a la luz solar.

Las Escamas de Sal Flor del Delta son ideales para utilizar como sal de acabado, es decir, para espolvorear sobre los platos justo antes de servir, aportando un toque de textura crujiente y resaltando los sabores de los ingredientes.

• En carnes: Sella una pieza de carne a la parrilla o a la plancha y, justo antes de servir, añade una pizca de estas escamas para intensificar el sabor natural de la carne y añadir un crujido suave.
• En pescados y mariscos: El toque final perfecto para pescados a la plancha o asados, especialmente aquellos de sabor delicado como el lenguado o la dorada. También se pueden añadir sobre mariscos frescos, como ostras o vieiras.
• En verduras asadas o ensaladas: Añade un toque crujiente a tus ensaladas de verano o verduras asadas. Las escamas de sal complementan maravillosamente los sabores frescos y dulces de ingredientes como los tomates o los pimientos asados.
• En postres: Sorprende a los comensales espolvoreando una pizca sobre postres dulces como el chocolate negro, caramelo o helado de vainilla. El contraste entre el dulce y la salinidad suave crea una experiencia sensorial única.

Al ser un producto natural y sin caducidad, se recomienda conservar las Escamas de Sal Flor del Delta en un lugar seco y fresco, lejos de la luz directa del sol, para mantener su estructura piramidal intacta y evitar que la humedad las degrade.

Las escamas de sal también pueden usarse de manera creativa en coctelería, añadiendo un toque decorativo y un ligero sabor a las bebidas. Puedes usar estas escamas para decorar el borde de copas de cócteles, dándoles un giro inesperado y refinado.

La versatilidad de estas escamas de sal las convierte en el acompañante ideal para una amplia gama de platos y vinos. Su sabor suave y su capacidad de resaltar los sabores naturales la hacen perfecta para acompañar:

• Vinos blancos frescos: Un Albariño o un Sauvignon Blanc resaltan la frescura del marisco y las verduras, intensificando la experiencia con el toque salino de las escamas.
• Vinos tintos ligeros: Un Pinot Noir o un Garnacha joven armonizan con carnes rojas o aves, elevando el juego de texturas y sabores.
• Aceites de oliva virgen extra: Combina estas escamas con un buen aceite de oliva sobre una bruschetta de tomate fresco o simplemente en una rebanada de pan crujiente. Este simple gesto convierte un plato básico en una experiencia extraordinaria.