El Jamón de Cebo Brida Blanca 50% Raza Ibérica Montesierra proviene de cerdos ibéricos criados en las dehesas de Jabugo, famosos por su clima único y condiciones ideales para la curación de jamones. Este jamón, que destaca por su pezuña negra y grasa exterior dorada y brillante, ofrece una experiencia sensorial única. La carne presenta un color rojo intenso con infiltraciones de grasa blanca, lo que le proporciona una textura suave y jugosa.
Durante su curación, de entre 36 y 48 meses en bodegas tradicionales, este jamón desarrolla un sabor equilibrado, donde destacan aromas sutiles y delicados, con un regusto prolongado que perdura en el paladar, ideal para los amantes del jamón ibérico.
Raza: 50% Ibérica. Procedente de cerdos cruzados (50% ibérico), lo que significa que uno de los progenitores es 100% ibérico y el otro de raza Duroc. Este cruce proporciona una alta calidad de carne con buena infiltración de grasa.
Alimentación: Los cerdos se alimentan con piensos de alta calidad, compuestos principalmente de cereales y leguminosas. No están en montanera, ya que no se alimentan de bellotas, sino que su alimentación está controlada para garantizar un desarrollo adecuado de la grasa y la musculatura.
Origen: Jabugo, Huelva, España. Montesierra es una de las empresas más destacadas en la región de Jabugo, famosa por su tradición en la producción de jamones de alta calidad.
Proceso de Curación: El jamón pasa por un proceso de curación natural de más de 30 meses en bodegas tradicionales. Este proceso prolongado permite que el jamón desarrolle su sabor, aroma y textura característicos, gracias a la climatología de la zona de Jabugo, ideal para la curación lenta y controlada.
Peso: Las piezas suelen pesar entre 7,5 y 8,5 kg, lo que asegura una buena relación entre carne y grasa, proporcionando una textura equilibrada y jugosa.
Color: El jamón presenta un color rojo oscuro, con vetas de grasa bien infiltrada, lo que asegura una buena jugosidad y sabor al corte.
Aroma: Tiene un aroma suave y delicado, con notas sutiles de frutos secos y un toque salino, propio del proceso de curación en bodega natural.
Sabor: Su sabor es equilibrado y persistente, con un toque ligeramente dulce y salino. La grasa infiltrada le aporta una textura suave y fundente en el paladar.
Textura: Gracias a la buena infiltración de grasa, la textura es jugosa y tierna, lo que hace que las lonchas se deshagan suavemente en boca.
Para preservar la calidad del Jamón de Cebo Montesierra, se recomienda guardarlo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. Si se empieza a consumir, cubre la parte cortada con grasa del propio jamón o un paño de algodón limpio para evitar la oxidación. Se recomienda consumir el jamón dentro de los ocho meses posteriores a su recepción, y una vez empezado, consumirlo en un plazo de siete semanas para mantener su frescura y sabor óptimos.
El Jamón de Cebo Montesierra debe ser tratado con cuidado para resaltar sus mejores cualidades. Lo ideal es cortarlo en finas lonchas utilizando un cuchillo jamonero para lograr lonchas delgadas que se fundan en el paladar. Asegúrate de dejar que el jamón alcance la temperatura ambiente (22ºC-25ºC) antes de servirlo, ya que esto permite que los aromas y sabores se liberen completamente.
Pan de masa madre ligeramente tostado, cuya acidez suave y textura crujiente ofrecen un contraste perfecto con la untuosidad del jamón.
Aceite de oliva virgen extra de intensidad media, que refuerza el sabor sin opacarlo, permitiendo que los matices del jamón brillen.
Quesos de pasta blanda como un Brie o Camembert, que complementan la suavidad del jamón sin competir con su sabor.
Para una opción más fresca, acompáñalo con melón o higos frescos, cuya dulzura natural equilibra los matices salados y proporciona una experiencia gourmet.
Vinos tintos jóvenes, como un Rioja Crianza o un Ribera del Duero, con taninos suaves y buena acidez, son perfectos para realzar la grasa infiltrada del jamón.
Un Cava Brut Nature o un Champagne seco ofrecen un contraste sofisticado, donde las burbujas refrescan el paladar y permiten disfrutar de cada bocado.
Si prefieres algo más clásico, un Fino o Manzanilla de Jerez es una opción tradicional que aporta frescura y limpia el paladar entre lonchas.




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